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ARTE: ¿QUÉ ES EL COLECCIONISMO?

Imaginemos que estamos caminando en una playa. El sol apenas despierta sus rayos, el calor es agradable y la brisa del mar refresca el paso lento por la arena. Como es costumbre, miramos las huellas que dejamos sobre la orilla humedecida por la marea y nos percatamos del vaivén infinito de las conchas de mar. De repente, una entre las miles nos cautiva, y sin pensarlo la seleccionamos como un recuerdo único de ese momento. Una pasa a ser cinco y después diez; y cuando nos damos cuenta tenemos una pequeña colección de nuestro paseo por esa mañana cálida y serena.

Todos en algún momento hemos coleccionado algo. Piedras de río, conchas de mar, telares, porcelana china, postales, recuerdos de viajes, cerámicas, semillas, flores, y un sinfín de cosas más. El coleccionismo es la idea de guardar memorias a través de los objetos que han despertado emociones únicas en algún momento de nuestras vidas.

Antiguamente se les guardaban en los wunderkammer o las cámaras de maravillas, en donde la nobleza europea mostraba sus riquezas y sus colecciones de arte. Eventualmente estas cámaras de maravillas se transformaron en los gabinetes de curiosidades o gabinetes ilustrados que abarcaban un profundo interés por las ciencias y la historia natural. El auge de mostrar objetos únicos y reliquias provenientes de las exploraciones científicas o de los viajes a diferentes partes del mundo – sin mencionar los objetos robados como resultado de la colonización – cultivó una práctica que eventualmente se transformó en los museos y todo su entramado curatorial de hoy en día. 

Más allá de su historia, el coleccionismo es una manera de compartir distintas visiones y perspectivas del mundo. En una colección podemos encontrar el cosmos de un artista, o podemos presenciar conexiones entre culturas separadas por el tiempo. El coleccionista por ende es una persona curiosa y amante de aquello que lo trastoca, sea el color vívido de los óleos de Van Gogh o el entramado cultural de un textil Oaxaqueño, el coleccionista es alguien sensible ante las ideas de los otros.

Coleccionar no es acaparar objetos, al contrario, es conservar las formas en que nos expresamos como humanos. El coleccionista está siempre abierto a ser sorprendido por las serendipias de la vida. Aquel individuo se encuentra con las sensaciones que producen las cosas, dejándose guiar por un deseo intuitivo que lo lleva a la intriga. Por eso escogimos entre las miles de conchas de mar, aquella cuyas formas y colores cautivaron nuestra mirada.

El coleccionismo es entonces una forma de escuchar nuestra intuición, permitiéndonos crear nuestro propio cosmos a partir de las cosas que nos trastocan. Es una manera de armar, por medio de lo visible, nuestra visión o visiones del mundo. Si bien no podemos explicar a ciencia exacta por qué escogemos una flor en vez de una vasija ibérica, o viceversa, podemos abrir nuestro gabinete de curiosidades y explorar la riqueza y diversidad del pensamiento.